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Gente como tú y como nosotros profesamos habernos librado de los refugios tradicionales de la sociedad: Materialismo exacerbado, modas superfluas, religión, “éxito.”
No cantes victoria.
Tu generación trae en su paquete evolutivo nuevas estrategias de evasión y por cuanto son nuevas, te consideras superior. Pero la realidad es que sólo te has vuelto un arquitecto más magistral de tu nueva mentira.
Te estás refugiando de una realidad que no quieres aceptar y de un potencial que no quieres explotar.
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Gente como tú y como nosotros profesamos habernos librado de los refugios tradicionales de la sociedad: Materialismo exacerbado, modas superfluas, religión, “éxito.”
No cantes victoria.
Tu generación trae en su paquete evolutivo nuevas estrategias de evasión y por cuanto son nuevas, te consideras superior. Pero la realidad es que sólo te has vuelto un arquitecto más magistral de tu nueva mentira.
Te estás refugiando de una realidad que no quieres aceptar y de un potencial que no quieres explotar.
Como nerd de la
transformación, tiendes a pensar que estás por encima de las masas sólo por el
hecho de tener más claro cuáles son los refugios del “vulgo”. Pero aunque
tienes habilidades muy sexys que te permiten deconstruir mejor la realidad, lo
cierto es que las usas para mejorar tus camuflajes, para hacerle un makeover a tus refugios y para re-diseñar
tus máscaras.
La diferencia entre tú y las masas es que tus refugios son
más exóticos; eres más efectivo escondiendo tu cobardía:
1.
Te
refugias en una actitud cínica ante la vida: Ya no crees en el modus vivendi de la humanidad. Eso
denota cierto nivel de consciencia e inteligencia, pero ser esencialmente
cínico también representa una rendición
pasiva más que una transformación activa.
2.
Te
refugias en tu Indignación por este mundo tan siniestro: La sociedad está
podrida y corrupta. Tu protesta ante las “fuerzas oscuras del mal” que
controlan el planeta, es sólo una fachada para ocultar tu complicidad con el
sistema. (Una máscara de vendetta por
cierto)
3. Te refugias en psico-analizar tu refugio: Tu
alfabetización psico-espiritual te ha permitido distinguir tu refugio –algo que
las masas les cuesta mucho más- pero ahora que lo distingues continúas
sobre-psicoanalizándolo, no para librarte de él, sino para alargar tu estadía
con mejores excusas.
4.
Te refugias
en técnicas para escapar de tu refugio:¡Pero nunca escapas de él! Las
técnicas requieren de una intención genuina para que sean efectivas. En el
fondo, conspiras para usarlas como paliativo para lidiar con tu culpa por
sub-utilizar tu potencial.
5.
Te
refugias en sistemas de creencias sofisticados: Ahora eres un chico o chica
“cuántico”, te gusta todo lo “Neuro”, y cualquier vaina que termine en “ishna”
o “murti.” Toda creencia de la moda What
the Bleep resulta un refugio
efectivo para evitar experimentar la vida con tus propios sentidos.
Al fin y al cabo cualquier cosa puede ser un refugio o una
llave para una vida de mayores posibilidades e impacto. Todo depende de si tu
intención es intrépida o cobarde.
¿Cómo saber si te refugias? Sientes aburrimiento, la
presencia de una falsa seguridad, falta de motivación, escasez de energía,
apatía, creatividad atrofiada y parálisis para transgredir tus preceptos y
creencias.
¿De qué te estas refugiando? De lo desconocido. Esa
misteriosa reminiscencia de que hay algo mejor que lo que vives… te causa
pavor.
¿Cómo salir del refugio? Espontáneamente lanzáte al lodo de
lo impredecible. No lo pienses más.
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