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La transformación es algo inevitable. Eso todos lo sabemos. Es una constante universal.
A todos nos llega el llamado de la transformación lúcida. Esa que requiere que descubramos que nos podemos transformar. Esa que nos permite transformar la forma en que nos transformamos.
No todos atienden al llamado.
¿Cómo saber si ha llegado la hora? ¿Cómo saber si estás posponiendo lo que sigue de tí?
Simplemente lo sabes.
Todo lo demás es pura evasión.
Somos Gente Transformándose.
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La transformación es algo inevitable. Eso todos lo sabemos. Es una constante universal.
El argumento de la constante ha sido distorsionado por los pseudo-intelectuales y los Neo-Perezosos. “Cómo siempre te transformas, puedes apagar tu responsabilidad de transformarte lúcidamente.”
Talvez todos se transforman, pero se transforman lúcidamente sólo unos pocos valientes.A todos nos llega el llamado de la transformación lúcida. Esa que requiere que descubramos que nos podemos transformar. Esa que nos permite transformar la forma en que nos transformamos.
No todos atienden al llamado.
¿Cómo saber si ha llegado la hora? ¿Cómo saber si estás posponiendo lo que sigue de tí?
1. Algo anda mal. Atraviesas la noche oscura de tu identidad. Es la vida mirándote a los ojos y diciéndote: Tu idea de ti mismo está obsoleta.
2. Todo parece estar bien. Eres exitosamente normal. Pero un vacío inmenso rebota en tu mente: Llegó la hora de enloquecer.
3. La gente a tu alrededor te parece detestable. Pero lo detestable es tu sombra proyectándose sin control por todas partes. Las artimañas para contenerla se han agotado.
4. Pequeños dolores de antaño ahora transmutan en enfermedades crónicas. Tu cuerpo te grita: ¡Transfórmate o te dolerá más!
5. Sientes que tu rutina te inspira odio y amor: La odias porque te atrapa. La amas porque te protege.
6. Desprecias a los que se estancan en su transformación. Pero ese desprecio es para purgar la culpa que sientes por no transformarte tú mismo.
7. Hay algo particularmente sombrío y perturbador en tus sueños: Son las profundidades de tu consciencia quejándose. El mundo onírico dramatiza tus ansias de ser algo más.
8. O te sientes excluido y hecho a un lado. O el aprecio y el afecto de quienes te aman ya no te llena de la misma forma.
9. Miras al horizonte de tu vida, y tienes la certeza de que tras las paredes de tu existencia hay una Matrix, un Truman Show, un “algo más”.
10. Nada. Tan sólo te quieres transformar por el puro éxtasis de ser el Indiana Jones de tu propia aventura.
El indicador más lapidante de que ha llegado la hora es siniestramente sencillo:Simplemente lo sabes.
Todo lo demás es pura evasión.
Somos Gente Transformándose.