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El mundo convencional se
debate entre dos corrientes de crecimiento personal:
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Los corbatas tildan de soñadores a los mandalas. Ven sus pensamientos metafísicos poco prácticos.
Desprecian su “romanticismo abstracto” y su poca capacidad de lograr resultados
“concretos”
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1.“Corbata”:
Planea, ejecuta, piensa, actúa, construye, logra.
2.“Mandala”:
Has una pausa, introspecciona, medita, deconstruye, meta-analiza.
Corbata
tiende a ser muy popular en las orbes capitalistas. Altos ejecutivos, culturas
corporativas, dinero, MBAs, Wall Street,
competencia, coaching, ciencia.
Mandala
abunda en las ciencias sociales, en círculos New Age, psicología, izquierda,
ecologistas, subjetividad, ONGs.
Los corbatas tildan de soñadores a los mandalas. Ven sus pensamientos metafísicos poco prácticos.
Desprecian su “romanticismo abstracto” y su poca capacidad de lograr resultados
“concretos”La arrogancia de ambos les
impide entender que las presuntas diferencias entre sendas corrientes no
existen. Son distinciones que nacen en la infancia de nuestro desarrollo
cognitivo para proveernos un mapa de crecimiento.
La obstinada falta de
integración es sin duda un signo de estancamiento en ese crecimiento. De este modo, los mandalas piensan que si caen en el
beligerante ritmo de planear, actuar y lograr de los corbatas, se convertirán en monstruos avaros al servicio de la
destrucción del planeta.
Los corbatas creen que si integran profundidad psico-sociológica y
espiritual a sus vidas, terminarán siendo vegetarianos New Age despojados de toda capacidad de individuación. Los mandalas no entienden que la única forma de hacer realidad sus
ideales es incorporando prácticas corbata,
de lo contrario, sus planteamientos se quedarán en libros, protestas
enmascaradas y conversaciones profundas.
Y los corbatas no entienden que la única forma de que su estilo de vida y
su felicidad sean sostenibles, es a través de la integración de perspectivas mandalas.Por eso he renunciado a
los debates entre los corbatas y los mandalas. Me parecen infantiles,
cargados de ego, improductivos, pasados de moda y aburridos.
En vez de eso, aumenté la
presencia de estrategias corbata en
mi vida personal –no sólo en los negocios- y entre otras cosas decidí implantar
un nuevo hábito en mi rutina cada 30 días (llevo 3 hábitos en 3 meses). De no ser por mis
prácticas mandala no habría incubado
las ideas, pero ahora mandala
necesita de corbata para hacerlas
realidad.
Así es como prefiero
disfrutar de la hermosa orquesta que se arma cuando mis pensamientos
profundos se abren paso en esta realidad onírica. Perderme en las objetividades del “lograr” luego de sumergirme en
las subjetividades del “filosofar”. Esta cosa tan salvaje y
misteriosa llamada vida es un laboratorio para hacer sueños realidad. Me
encanta ser un mandala y filosofar,
pensar en el big bang y en el kosmos, pero también quiero sentir
el big
bang en mi vida. No sólo quiero estudiar la evolución, quiero ser la
evolución, no sólo quiero meditar, quiero que la meditación haga eco en mis
acciones.
